Por la salud auditiva
Visibilizar las necesidades de las personas con problemas auditivos en el país y crear conciencia en la sociedad acerca de la detección temprana y la búsqueda de un tratamiento adecuado para quienes sobrellevan ese mal, se busca en la conmemoración del Día Internacional de las Personas Sordas, la cual se celebra cada 23 de septiembre.
Los inconvenientes de audición conllevan una serie de cambios en la forma en que los afectados se relacionan con su entorno, pues podrían perjudicar su calidad de vida, integración, socialización y, por supuesto, su salud mental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5 por ciento de la población en el mundo padece de pérdida auditiva lo cual equivaldría a 466 millones de personas de la cuales 432 millones son adultos y 34 millones son niños.
En ese sentido, el ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), se suma a ese aniversario y exhorta a la población a mantenerse vigilante de su salud auditiva, así como de sensibilizarse con quienes presenten alguna dificultad para oír, para que acudan al centro de salud más cercano y tengan una atención inmediata.
La mayoría de gente con ese padecimiento no se da cuenta, pues el deterioro ocurre de forma progresiva y los soportan en silencio durante meses o incluso años, los primeros en percatarse suelen ser los familiares o las personas cercanas, pues la comunicación empeora y hay cambios en su personalidad y estado de ánimo.
Una detección temprana
A decir de Luis Antonio Ramírez, profesional normativo del Programa de Discapacidad de la cartera de Salud, la discapacidad auditiva es la pérdida total o parcial del espectro audible y sus principales causas son: en el período prenatal, los factores genéticos e infecciones intrauterinas, asfixia en el parto, ictericia neonatal grave, en el período perinatal, bajo peso al nacer.
Añade que, en la infancia y la adolescencia podrían afectar problemas relacionados con la otitis crónica, presencia de líquido en el oído, meningitis y otras infecciones. En cuanto a la edad adulta; las enfermedades graves como el tabaquismo, la degeneración neurosensorial que tiene que ver con la edad y la pérdida de audición neurosensorial repentina.
A lo largo de la vía también pueden influir causas como la exposición al alto ruido, los traumatismos, los medicamentos, los productos químicos o tóxicos, la carencia nutricional e infecciones virales, así como otro tipo de afecciones. En Guatemala, aproximadamente 249 mil personas padecen de algún tipo de sordera, es por ello que este día tiene como objetivo informar a la población al respecto de ese aquejamiento y su prevención.
"La detección temprana es la clave para tratar la pérdida auditiva y evitar, no solo su deterioro, sino el desarrollo de otras enfermedades cognitivas como la demencia, el Alzheimer o la depresión". Por eso la importancia de las revisiones de oídos de forma periódica, sobre todo, a partir de los 60 años. "Ese es el primer paso para mejorar el bienestar y la calidad de vida", concluye el profesional de la salud.